Señor director:
El pasado 1 de abril la Comisión de Constitución del Senado aprobó el texto de reforma
constitucional que posterga las elecciones para el próximo 15 y 16 de mayo. La referida
modificación incluye una indicación aprobada en la Comisión, y que ya había sido rechazada en la
Cámara, que, junto con suspender la propaganda pagada en medios de comunicación, prohíbe la
participación en radioemisoras y en televisión de candidatos, salvo que éstos trabajen en medios
de comunicación.
En mi calidad de presidente de la Federación de Medios de Comunicación, a nombre de nuestra
entidad gremial que reúne a la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), la Asociación Nacional de
Televisión (ANATEL) y la Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), considero que cualquier
disposición que pretenda limitar qué invitados asistan a los distintos programas o entrevistas, o
qué temas se discuten en ellos, afecta de forma manifiesta la libertad editorial de los medios de
comunicación.
Debemos recordar, con los ejemplos concretos en nuestro continente, los “peligros” que trae la
búsqueda del poder político de controlar a los medios de comunicación. Una democracia sana
requiere libertad de opinión, libertad editorial, pero con responsabilidad.
Es un hecho indiscutible el aporte que en los procesos electorales hace la radio, televisión y la
prensa para informar a la ciudadanía respecto de los procesos electorales. Dicha información es
totalmente distinguible de la propaganda electoral, que busca persuadir al electorado a votar de
una determinada manera. Los medios informan a la ciudadanía, y para ello la libertad editorial
resulta un elemento consustancial que no puede limitarse.
Juan Jaime Díaz
Presidente Federación de Medios de Comunicación